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Ahora que tus costumbres eran ya las mias

y me estaba haciendo a tus pocas palabras de amor

por qué otra ves te das la vuelta y me dices

adiós, adiós corazón?...

Yo que empezaba ya a acostumbrarme al ruido de este lugar

a las prisas, los motores y los gritos en las calles

no pensaba tanto en el sonido del mar

que daba consuelo cuando no existia otra persona

Ahora que parece que el mundo se está enfadando

y la gente en las calles ya no atiende a razón

por qué otra vez te das la vuelta y me dices

adiós, adiós corazón?...

Han sido solo 4 días, pero han merecido la pena!

Caminar -tanto!- sola por una ciudad (y qué ciudad!!) desconocida me ha venido bien, muy bien. Para tomar aire, perspectiva, desconectar.... y conocer... conocer sitios con una luz especial, rincones decorados por las notas de una guitarra; conocer gente (eres único "miusicparnerrr"! gracias, gracias, gracias! por todo! por las risas, por tus análisis, por los helados,... por TODO!)

Y sobre todo, para conocerME un poquito, o sino conocerme (tenías razón, es muy difícil! conocerse y aceptarse, incluso para una wiki wiki como yo...) sí para encontrarme de frente, que no es poco!

El miércoles me sentía extraña, tan sola -no sé estar sola- entre tanta gente.

La mañana del jueves encontré un rinconcito entre los árboles y el sol, entre la gente y el "Yesterday" de una guitarra... y me sentí bien.

Horas de carretera (caminos equivocados), canciones (qué poco oido...), un Iván enorme en una sala pequeña (ese "Turnedo" me arrancó dos lágrimas... qué tiene esa maldita canción??!!) Y se hizo denoche, y más carretera, más canciones, risas, menos risas, palabras, palabras, más palabras ( y las escuché todas, cada una, y nos conocimos un poquito más -gracias también por eso, por las palabras-)

El viernes era el último día, y lo exprimí hasta que mis piernas no pudieron más. 9 horas, sin parar, sin cansarme, mirando cada rincón... y silbando por la calle! jajajaja! Y fuí feliz!... hasta que perdi(mos) el avión...

Así que hubo un sábado -extraño- Y yo desarrollé mi propia teoría: todas nuestras vivencias siguen un comportamiento gaussiano; es decir, crecen de forma exponencial con el tiempo hasta un punto máximo, a partir del cual decrecen. El problema está en saber cuando llegará ese punto máximo, cuando es el momento de retirarse con un buen sabor de boca. Y en este caso seguramente ese momento se me escapó en ese maldito vuelo de Spanair... Así que fué un sábado.... apático? ;) O eso parecía, pero a veces las apariencias engañan, y todo tiene su lado bueno.

Total, que llegó el domingo, y esta vez sí, llegamos a tiempo al aeropuerto. No me gustan las despedidas, pero ésta ... me sentí bien, como dada de alta después de una terapia... jajajaja! Gracias por sus dotes pseudo-auto-exo-psicoanalíticas Don Bruno (su apellido hace efecto!!)

En fin... que ahora extraño todo eso... Pero me siento bien! NORMAL (hombrito pa'rriba)! Con fuerzas renovadas para caer de nuevo en mi rutina, en la -ahora algo menos gris- realidad.