Me incliné para arroparle... Y le besé la frente como si quisiera protegerle así de los hilos invisibles que lo alejaban de mi, de aquel piso angosto y de mis recuerdos, como si creyera que con aquel beso podría engañar al tiempo y convencerle de que pasara de largo, de que volviese otro día, otra vida.
A veces nos creemos que las personas son décimos de lotería, que están ahí para hacer realidad nuestras ilusiones absurdas...
No hay segundas oportunidades, excepto para el remordimiento.
5 comentarios:
hay personas que son como un premio de lotería.
Hay que apostarse todo?
beso en la frente.
Cuidadito con las apuestas... que a veces se pierde! y en el peor de los casos enganchan....
Ahora, eso sí, la emoción no te la quita nadie... y como ganes ya ni te cuento!!
BEXITU!
siempre hay segundas oportunidades para los sentimientos... aunque sea comprando otro boleto de loteria.
:)
Amiga, para mi también ha sido un regalo conocerte. Es más. Un honor.
Y cómo te voy a extrañar!
Pero siempre tendremos Sex and the city y aun nos queda Las Vegas, NY y Barna!
Abrazote
la cordobesa de Argentina
:)
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