A la mañana siguiente....

A la mañana siguiente cuesta mucho abrir los ojos (y una se alegra de haber dejado todo bien limpito y recogido antes de meterse en cama, por más que fuesen las tres de la mañana)
A la mañana siguiente odias más que nunca al tipo que toca la gaita en el parque de abajo; es malo, pero muy malo! y lo peor es que no ha mejorado ni un poquito en el último curso...

Anoche, con media hora de antelación sobre la programada, llegaban mis primeras invitadas. No era un buen presagio que el pistoletazo de salida de la velada me pillase semidesnuda y sin siquiera una capita de rimmel...
Rápido!!! la falda, una pinceladita a la cara, Woody guau-que-te-guau y portero automático 'on'
Por suerte, precavida yo, había adelantado trabajo en la cocina: las verduras para la quiche estaban listas para ser sumergidas en el mix nata-huevo y horneadas (como tres horas después -Maru no rompió con su tradición de llegar tarde; precavida ella también traía una estupenda bandeja de 'pasteles de contrición')






Hubo anuncio de boda -felicidades!!!!- , y presentaciones de nuevas parejas -linda la tortuguita-
Hubo risas -muchas risas- y un par de salidas de tiesto que no llevaron la sangre al río (hay que ver lo que ha ganado una en contención con los años eh??)
Hubo una conclusión: tener amigas con cara de Preysler es muy inquietante: el botox no te deja adivinar que piensa cuando le cuentas algo...

Y ahora lo que queda es algo de resaca, una nevera llena de cosas que no debo comerme si quiero llegar al 15 de abril con un culito respingón y todo un domingo por delante para recuperarme.